Pese a la cantidad de géneros y tipos de drogas que puedan existir todas tienen algo en común: la abstracción de la realidad y la falsa sensación de bienestar.

Hay quien acude a ella los fines de semana con el fin de aumentar ,mejorar sus sensaciones, la sensación de aguantar mas horas de fiesta, mas horas de alegría, mas libido, sentirse el centro de las miradas, sentirse el rey de la noche, sensaciones que de nada sirven. ¿De que sirven el alcohol, éxtasis, porros, cuando despiertas de tu sueño de hadas y ves que no eres rey sino mendigo? ¿Mereció la pena por levantarse y no recordar con quien te acostaste? ¿ Valió la pena por aguantar dos horas mas de fiesta, de subidón de adrenalina para darte cuenta un día que no eres mas que esclavo por muchos “Yo controlo”-s que repitas y que nadie crea? Lastima. Lastima es la palabra que sentís al daros cuenta de que es lo despertáis en el resto desde un principio. ¿Respeto? ¿Atracción? No, lastima. Lastima por jugar a la ruleta rusa solo por un mero capricho, una decisión de crios de quien se cree adulto y maduro al hacerlo.

Pero que no suenen estas palabras como indeferencia, si caéis en esa red tomad la mano tendida. ¿Qué fue para olvidar? ¿Qué lo que te rodea no es agradable? Cada vez será peor sino salís de una espiral de sustancias sin sustancia de sensaciones reales. ¿Acaso es mejor cargar mas balas en esa pistola que dejarse ayudar? La tentación esta ahí, y la caída es fácil, pero acaso no merece nadar hacia la orilla aunque cueste y lograr no hundirse? El que piense que por una calada no pasa nada, que una pastilla al año no hace daño, que no sea iluso y no juegue con fuego, porque ya sabéis cual es el final.