Francis Lawrence nos trajo en 2005 Constantine, una película basada en un personaje creado por Alan Moore en 1987 para el cómic Hellblazer publicado por Vertigo. En su origen John Constantine era británico, pero la película nos muestra la imagen americana de este héroe que intenta ganarse el Cielo después de quedar destinado al Infierno tras un intento de suicidio. La película comienza en unas ruinas mexicanas, donde un jóven ecuentra la Lanza del Destino envuelta en una bandera nazi. El jóven se apodera del arma y se dirige, poseído, a Los Angeles. En Los Angeles vemos a John Constantine (Keanu Reeves) exorcizando a una adolescente con éxito aunque acaba perturbado por el deseo del demonio de vagar por el reino de los humanos. Despues de conocer a Angela Dobson, una policía que investiga sobre el suicidio de su hermana gemela llamada Isabel, John descubre que Mammon, hijo de Lucifer, intenta tracionar a su padre y reclamar el dominio inmediato de la Tierra, el lugar neutral entre Cielo e Infierno. Algunos humanos tienen el don, un don que John considera maldición, de ver ángeles y demonios caminando a sus anchas por la ciudad. A causa de este don-maldición, Constantine, siendo un adolescente, intentó suicidarse para escapar del tormento de ver ángeles y demonios y que nadie le crea. Este intento de suicidio le llevó a estar clínicamente muerto durante dos minutos, dos minutos en los cuales visitó el Infierno. “Dos minutos en el Infierno son toda una vida”. Desde entonces ha pasado su vida en busca de la aprobación de Dios luchando contra las fuerzas del Mal y fumando 30 cigarrillos diarios, lo que le ha provocado un cancer de pulmón irreversible. En su búsqueda de la verdadera causa de la muerte de Isabel, Angela pide a John que le devuelva el don de poder ver lo que otros no ven, un don que compartía con su hermana y que perdió con el tiempo. Una vez hecho esto, el Mal se apodera de Angela para que Mammon nazca de ella y John debe ir a rescatarla con la ayuda de Chas (Shia LeBoeuf), su 'aprendiz' que le lleva a todas partes en taxi. Ambos consiguen amansar a Mammon, pero Chas acaba muerto a manos del ángel Gabriel (Tilda Swinton) por interferir en el 'nacimiento' de Mammon. Constantine decide quitarse la vida para que Lucifer (Peter Stormare) vaya personalmente a recoger su alma y así informarle de los planes de Mammon, a quien Lucifer manda de vuelta al Infierno y, de paso, le corta las alas a Gabriel. Entonces Lucifer le pregunta a Constantine qué es lo que quiere como recompensa por la información, a lo que éste contesta que sólo quiere que Isabel vaya al Cielo, con lo que Constantine, con su sacrificio, logra el perdón de Dios y la entrada en el Cielo, pero Lucifer, lleno de rabia por perder el alma de Constantine le revive quitandole los tumores de sus pulmones y que así pueda saber a dónde pertenece en realidad, si al Cielo o al Infierno, ya que se le han perdonado todos sus pecados y su destino está ahora en sus manos. Constantine decide dejar de fumar a base de chicles de nicotina y, tras los créditos podemos ver como visita la tumba de Chas, quien se convierte repentinamente en un ángel, sucediendo así a Gabriel.
